El asentamiento de Biniparratxet Petit, situado en el municipio de Sant Lluís, tiene una superficie aproximada de 10.500 m2. Tiene una extensión considerable así como una gran relevancia arqueológica. Pero desgraciadamente su pasado reciente así como su futuro más cercano esta ligado a las instalaciones del aeropuerto de Menorca. Esta circunstancia condiciona la supervivencia del poblado.
Las intervenciones más recientes han tenido relación con las exigencias de funcionamiento del aeropuerto. Una de ellas consistía en rebajar la alzada del turriforme central, lo que lesionó gravemente la construcción que la coronaba y del que sólo ha quedado la hilera superior. Por otra parte, el cuadrante sur de este turriforme fue aplanado con una máquina excavadora. También desapareció una casa talayótica circular cercana.
Mejor suerte tuvo otra casa, que pudo ser excavada y traslada a los actuales jardines del aeropuerto. De esta casa circular desubicada de su lugar original hablaremos a continuación.
Debido a unas obras de acondicionamiento del aeropuerto en la cabecera sur de la pista de aterrizaje, se procedió a su excavación de urgencia en 1995, tras lo cual fue trasladada y reconstruida en la ubicación actual.
La construcción tiene la típica planta cirular, con una sala hipóstila adosada junto al portal de acceso. La entrada conserva una puerta adintelada por la que entramos a lo que fue un patrio central rodado de habitaciones. Este espacio abierto está delimitado por cinco columnas y en él se encontraba el hogar de la casa y una cisterna.
La primera estancia de la derecha fue utilizada como almacén. Las dos siguientes sirvieron de habitaciones. Al fondo, dos peldaños dan entrada a la pieza mayor de la vivienda, que probablemente estuvo compartimentada. Por último, el espacio que se encuentra entrando a la derecha tenía la función de vertedero de cenizas y basura.
La vivienda fue abandonada a finales del siglo I a.C., poco después de la conquista romana de la isla en el 123 a.C. Reaprovechada en tiempos medievales.
Esta construcción desubicada de su emplazamiento original, se la puede ver saliendo del parking del aeropuerto en el lado derecho, rodeada de césped muy bien cuidado. Esta circunstancia le da un aire de irrealidad por una parte y por otra constituye una tarjeta de presentación para los viajeros que han llegado a la isla por vía aérea.