Término municipal: Alaior. Fincas o caminos cercanos: Camino de Sant Llorenç. Acceso: El acceso es libre durante todo el año; partiendo desde el yacimiento de Torre d´en Galmes caminamos unos cuatrocientos metros por un camino no asfaltado. Tipo de yacimiento: Sepulcro funerario. Interés: El sepulcro conserva las características propias de este tipo de monumento a excepción del túmulo que lo cubría. Proyección: Muy bien conservado y probablemente excavado en su totalidad.
Este sepulcro funerario es uno de los dólmenes mejor conservados de las Islas Baleares y una de las construcciones más antiguas de Menorca, construido por los primeros grupos de pobladores de la isla hacia finales del tercer milenio a.C.
El sepulcro megalítico está formado por una cámara funeraria, a la que se accedía desde el corredor a través de una losa perforada. Todo el edificio estaba cubierto por un gran túmulo que ha desparecido al igual que en el resto de este tipo de monumentos encontrados en las Islas Baleares.
En 1974 se realizó una excavación arqueológica en la que se recuperaron restos humanos muy deteriorados y algunas piezas que correspondían al ajuar, tales como piezas de cerámica, la punta de cobre o bronce de una flecha, un puñal o cuchillo, un botón de hueso de forma piramidal y dos fragmentos de brazales de arquero. Los materiales arqueológicos hallados aparecieron en muy mal estado debido a la humedad y a las raíces de los árboles.
A pesar de estar cubierto, antes de la excavación, por acebuches y lentiscos que lo habían degradado, la estructura no había sufrido demasiado. Sólo falta una de las piedras que delimitaba el corredor de acceso y la cubierta del mismo. En cambio se conservan tres de las cuatros losas que cubrían la cámara, aunque aparecen rotas en el interior del sepulcro.
En la parte derecha del monumento se puede apreciar perfectamente un murete circular a modo de contrafuerte o de límite de contención del túmulo de tierra que originalmente debía cubrir tanto la cámara como el corredor.
El espacio funerario era colectivo y los huesos más antiguos eran apartados para dejar espacio a los cuerpos más recientes. Los cuerpos de los difuntos eran introducidos en la cámara mortuoria por el pequeño corredor y la losa perforada.
Se enterraban hombres, mujeres y niños de un mismo clan, cuya esperanza de vida estaba en torno a los treinta años. Estos grupos eran agricultores y basaban su economía en el control de rebaños de cabras y ovejas, pero también en el cultivo de cereales y legumbres.