Los valles de la Serra de Tramuntana disponían de los mejores elementos de la isla para el asentamiento humano: agua abundante, tierras fértiles y ligeras, caza e, incluso, minas de cobre, además de cuevas y abrigos naturales lugares donde poder defenderse en caso de peligro. No es extraño, por tanto, que los más antiguos asentamientos humanos localizados en la isla se sitúen en la sierra, concretamente en el término de Valldemossa.
Contexto geográfico
Veamos la características principales de este espacio geográfico. El término municipal de Valldemossa, tiene 44,5 kms2, en buena parte ocupados por montañas. Como unidades fisiográficas destacan el pie de monte de la sierra, situado en la parte sur, lindante con llano de Palma; el pequeño y fértil valle donde se ubican Son Matge y Son Brondo, separado del llano de Palma por S´Estret, un desfiladero de algo más de un kilómetro; el valle de Valldemossa, separado del anterior por el corto desfiladero de Son Calafat y el valle más amplio de todos, entre Son Moragues y Son Ferrandell. Por el norte el municipio linda justo detrás de una cadena llamada Puig de Sa Moneda, cortado por un acantilado de unos 400 m de altura que cae directamente sobre el mar.
Los terrenos de los valles son fértiles y con abundante agua, tanto procedente de torrentes como fuentes. Las laderas de las montañas están en la actualidad cubiertas de bosques de encina y pino, hasta su culminación, en cotas que alcanzan los 700-800 mts. También se localizan yacimientos muy pobres de cobre.
Patrón de asentamiento
El patrón de asentamiento de la cultura baleárica o talayótica de Mallorca puede resumirse en la existencia de un elevado número de poblados de unos 6.000 mts2 de superficie, separados una media de 2,5 kms unos de otros, lo que proporciona un territorio propio de 12 kms2. En estos territorios se localizan centros ceremoniales próximos a los poblados y otros intermedios entre los mismos, formados por diversos tipos de monumentos turriformes y rituales. Como rasgo característico de estos turriformes se ha destacado que, en algunos casos, la orientación de sus puertas indica la situación de otros monumentos talayóticos. El municipio de Valldemossa, es uno de estos casos.
Los asentamientos
Contamos con el abrigo de Son Matge, con una ocupación neolítica desde comienzos del tercer milenio a.C. seguida de otra calcolítica desde mediados del mismo milenio. A esta misma fase corresponden el enterramiento del abrigo de Son Gallard y el comienzo de las ocupaciones de Son Oleza, Can Sel Costella y Son Mas. Por tanto, durante el calcolítico parecen ocuparse todos los valles por pequeños grupos de cabañas, en lo que constituye la mayor densidad de yacimientos de la isla.
En el periodo pretalayótico o naviforme (1.700-1.300 a.C.) sigue la ocupación de Son Matge, Son Mas, Can Sel Costella y Son Oleza, conservándose en estos dos últimos, las primeras estructuras arquitectónicas, en forma de naviformes, de morfología atípica. Tenemos también, como lugar funerario, la cueva de la Pedrera de Son Puig.
fechados entre 5.600 y 4700 A.C, con capas de coprolitos, cuernos seccionados en V y señales de descarnamiento sobre Myotragus se considera anterior a la ocupación humana del lugar. Los estratos 29 a 33 se interpretaron como un lugar de hábitat, con presencia de 9 hogares con Myotragus quemados y laminillas de sílex y fechado hasta 3.375 a.C. Los primeros estratos que tienen con seguridad ocupación humana son los número 24 a 28, con cerámicas neolíticas, Myotragus (desaparece hacia 2.500 a.C.) y ganado doméstico. Los siguientes estratos, 22 a 17, se encuadran en el calcolítico campaniforme (hasta 2.000 a.C.) A continuación, los estratos 16-11 (hasta 1.400 a.C.) se encuadran en el naviforme o pretalayótico y a partir de ese momento se identificó por su excavador una ocupación talayótica (1.400-900 a.C.) y postalayótica, convertido el lugar en necrópolis. En el área central se identificó un lugar de trabajo metalúrgico con cuencos campaniformes usados como crisoles, lingotes de cobre, varillas y punzones. Finalmente, en el área oeste había un recinto ciclópeo usado como lugar de enterramiento.
Durante la época balearica el poblamiento sufre un cambio radical: en la fase talayótica (1.000-600 a.C.) tenemos el poblado de Son Maixella, en el llano de Palma, con algunos monumentos relacionados, como el túmulo escalonado de Son Pacs o el talayot circular de Sa Rota des Pou, con la puerta orientada al también talayot circular des’Abeurador des Bous.
Al norte de S’Estret, el poblado de Son Brondo ocupaba el valle en el que se encuentra, marcando sus límites con el talayot de Son Morro, la propia necrópolis de Son Matge y el talayot circular de Pastoritx. Además cerca del poblado, en Son Salvat, había un pequeño asentamiento y en el Bosc de Son Brondo otra cueva, seguramente funeraria.
El asentamiento de Sa Beduia parece ser un hábitat de montaña para la explotación de pastos de altura.
El siguiente poblado hacia el norte es Can Fortuny, en el Pla del Rei. Es posible que bajo el casco urbano de Valldemossa hubiera otro poblado, con el que se relacionarían los dos talayots de Sa Coma. Cerca de este poblado se levantaba el santuario de Son Mas, el conjunto de Es Pas des Moro y el talayot de Ses Cases de Son Mas.
Compartiendo el valle con Can Fortuny se encuentra el poblado de Son Ferrandell, situado en las casas del mismo nombre y hoy apenas distinguible. Este poblado contaba con el centro ceremonial de Son Oleza-Son Ferrandell y con las plataformas escalonadas del Puig de Sa Moneda. Limitaba este poblado su territorio por el oeste con el monumento de Na Palerm y por el este con el talayot de Es Verger, que tiene la puerta orientada hacia la fuente del mismo nombre. El interés por el agua queda patente porque el talayot nº 4 del centro ceremonial de Son Oleza-Son Ferrandell tiene su puerta orientada hacia la fuente que abastece de agua a las casas de la posesión.
También, a un momento final de la cultura baleárica, con una mayor extensión del poblamiento, parecen corresponder el yacimiento denominado “Son Moragues” y el de Vistamar.