Término municipal: Valldemossa. Fincas o caminos cercanos: Son Mas. Acceso: En un principio el acceso podría parecer fácil pero hay que franquear una pequeña barrera al lado de la carretera que siempre esta cerrada, por lo que la única posibilidad es recorrer la linde entre dos propiedades privadas hasta encontrar, desde cierta distancia, una vista óptima sobre el yacimiento. Tipo de yacimiento: Santuario con fachada cóncava. Interés: Uno de los recintos religiosos de mayor importancia de Mallorca. Proyección: Como se puede ver en la imagen, es exigible una limpieza periódica de matorral y concertar un plan de visitas del yacimiento con la propiedad privada del mismo.
Este santuario comienza su actividad a finales del II milenio a.C. coincidiendo con los inicios del asentamiento cacolítico de Son Oleza con el que esta ligado tanto cultural como geográficamente. Durante estos primeros momentos la función ritual del santuario esta relacionada con fenómenos astronómicos ya que el 2.200 a.C. se erigió un monolito con una canaladura alineada con la intersección de las dos montañas que hay frente al santuario donde en esa época aparecía la Cruz del Sur. La utilización del santuario en esta primera fase dura hasta que este grupo de estrellas desparece de la línea del cielo en el 1.700 a.C. Durante esta fase se documenta en el yacimiento la cultura campaniforme.
Después de un periodo de inactividad, el ritual se reinicia alrededor del 1.200 a.C. en los afloramientos rocosos de la zona que serán acondicionados para que a inicios del s. IX a.C. comience la construcción del monumento que se puede ver en la actualidad. El santuario forma un recinto en forma de herradura de 12 x 13 metros. La parte posterior tiene una pared absidal mientras que la fachada es cóncava. la entrada tiene 2 m. de ancho y esta flanqueada por dos grandes losas verticales. Por su plano, recuerda mucho a los recintos de taula menorquines. En el interior del recinto hay tres tambores de piedra verticales que actuarían de áreas o altares en los que se ofrecerían partes determinadas de animales jóvenes como ofrendas ligadas a un ritual de fuego, por lo que el santuario no tenía cubierta.
Se han encontrado restos de cerámica pretalayótica y talayótica, así como numerosos huesos de animales consumidos durante las ceremonias religiosas.
En el exterior del santuario hay unas estructuras arquitectónicas, ágora, donde se producían placas ornamentales de plomo y comerciaban los diferentes grupos de la zona, prueba de ello es la gran cantidad y calidad de materiales cásicos de importación. Esta actividad comercial tuvo lugar entre el s. V a.C. y el abandono del santuario en el s. II de nuestra era.