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Acceso oeste al recinto amurallado de Es Castellot |
Con el recinto del Castellot des Fideïcomis nos encontramos ante un poblado que estaba instalado en lo más alto de una colina, semioculto por el bosque ¿que motivos habría para construir una muralla de grandes bloques ciclópeos en un lugar de tan complicado acceso? La subida no resulta difícil para una visita esporádica pero si debía resultar penoso para el día a día del devenir del hombre talayótico.
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Acceso por el Este. Algo más complicado |
A lo largo de la muralla se pueden distinguir por lo menos tres portales (E-E-SE), que se conservan en bastante buen estado. Una restauración los dejaría espectaculares, ya que en uno de ellos se adivina una losa que probablemente serviría de dintel.
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Plano del recinto según Mascaró |
El recinto tiene un perímetro ovalado de alrededor de 180 metros. Las piedras están encajadas de forma regular y se mantienen en algunos fragmentos hasta en cinco hiladas. En el interior del recinto, la vegetación oculta posibles estructuras. No obstante, pueden contemplarse dos habitaciones adosadas a la muralla y algunas esquinas de muro aisladas, sin embargo no se ha encontrado ninguna construcción que pueda corresponder a un talayot.
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Podemos apreciar el ancho del muro por la cara oeste |
El lugar plantea incógnitas que probablemente nunca serán resueltas. Ante la extrañeza del lugar elegido para la construcción del poblado por la dificultad de desarrollar las actividades típicas de la época se añade el que no se haya encontrado ningún tipo de cerámica o útiles que se suelen ubicar en los poblados talayóticos. Entonces ¿cabe la posibilidad que nos encontremos más bien con lo que podría ser un emplazamiento puramente defensivo?
La visita a Es Fideïcomis ha sido posible gracias a ARCA (Associació per a la Revitalització dels Centres Antics) y a la ayuda prestada para la interpretación de la finca del Filicomis y los restos arqueológicos por Vicenç Sastre y Xavier Terrasa. Desde aquí mi más sincero agradecimiento.
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