La Dama de Son Matge, es la representación antropomórfica más antigua de Mallorca. La primera dama de toda la prehistoria balear. Pero a pesar de ello cuelga en un rincón de una vitrina del Museo de Mallorca, casi sin luz. De un museo cuya sala de prehistoria llevada cerrada años.
El arqueólogo estadounidense William Waldren la encontró en 1968 en el abrigo de un bosque en Son Matge. Estaba un unos niveles anteriores a la época talayótica y su cronología resulta incierta.
La dama es pequeña, tiene forma redonda en la cabeza y un cuerpo sin ningún tipo de relieve. Solamente los ojos. Realizados con poco cuidado. Un par de orificios irregulares pero a la vez hipnóticos. No tiene boca. Recuerda mucho a los ídolos encontrados en la península, entorno al 2.000 a.C, cuando la cultura del vaso campaniforme recorrió media Europa. Estas figuras nunca marcaban la boca. Sólo los ojos, a veces con rayos que representaban el sol o la Luna.
En la base de la figura hay una serie de agujeros que podrían ser para añadir algunas ramas en forma de faldilla. Tiene la media justa para llevarla en la mano.
Pero a pesar de lo descrito, tiene un indefinible componente femenino. La delicadeza de las líneas, el carácter inciso y hasta metafísico de la mirada.