El Islam

Entrada a los baños árabes en Madina Mayurqa. Uno de los pocos vestigios que se conservan de la presencia islámica en las Islas Baleares

A lo largo de los siglos VIII y IX se produjeron una serie de ataques de musulmanes contra las islas Baleares. El hallazgo de monedas islámicas de esta época en Baleares indica que se realizaban pactos tributarios, los habitantes de las islas entraban, antes de la conquista formal y, ciertamente, por imposición militar, en el marco del Estado tributario islámico.


La conquista de Baleares se produjo el año 902. En aquel momento empezaban a producirse los primeros síntomas de ruptura del Estado islámico unitario. En Córdoba gobernaban los Omeyas de Damasco que, aunque ya en plena ruptura con el califato de Bagdad, no se atrevieron a proclamarse califas, adoptando el título de emir.

Una de las características de las sociedades tributarias es la facilidad con que el Estado cambia de grupo dominante y cambian, por tanto, las dinastías gobernantes. Así entre el año 902 y 1229, año en que se produce la conquista feudal catalana, las islas Baleares formarán parte del territorio de los siguientes estados: Emirato y Califato de Córdoba, Taifa de Denia-Baleares con capital en Denia, Taifa de Baleares con capital en Madina Mayurqa (actual Palma), Estado almorávide, Taifa independiente almorávide de Baleares y, finalmente, Estado almohade.

La población, mayoritariamente campesina, que mantiene con estos Estados una relación estrictamente tributaria, pagando sus impuestos coránicamente reglados en moneda, da estabilidad al sistema. El pago en moneda otorga un alto grado de autonomía a los campesinos que, a través de diversas estrategias, permiten a estos decidir qué cultivar o producir y dónde vender sus excedentes.

Molino de agua de la Almadrava (Pollença). En época islámica hubo una alquería con el nombre de Almadrava Abenmaymon. Dibujo de Vicenç Sastre

Volviendo al discurso cronológico, el año 902, cuando se produce la conquista efectiva, las fuentes escritas indican que las islas se encontraban muy poco habitadas. De hecho, los hallazgos arqueológicos de la época muestran una población concentrada en los castillos de Mallorca, Santueri (en Felanitx) y Alaró.

Poco después de la conquista, empiezan a producirse oleadas migratorias de nuevas poblaciones de origen árabe y beréber. Se entiende por poblaciones árabes aquellas procedentes de Oriente y teóricamente descendientes de las tribus árabes y por poblaciones beréberes aquellas autóctonas del Norte de África. Estas nuevas poblaciones llegan perfectamente estructuradas y organizadas en familias extensas denominadas comúnmente “clanes”. El grupo de clanes unidos por relaciones de parentesco, real o figurado, constituyen una tribu. Estos pobladores utilizaron sus propios los nombres de sus tribus y los suyos propios para dar nombre a las poblaciones de Baleares, gracias a ellos se conoce el origen islámico de éstas.

Estos grupos de campesinos se establecieron en todo el territorio de las islas en explotaciones agrarias denominadas alquerías. Se trata de explotaciones comunes a todo el grupo campesino, que es quien decide la fórmula de explotación del territorio. Eran territorios relativamente amplios en los que un grupo concreto disponía de casas, tierras de labranza, pastos para el ganado y bosques y otros espacios para la caza y la recolección.