A pesar de su monumentalidad e increible estado de conservación, las dos navetas de Rafal Rubí permanecen eclipsadas por la naveta de Es Tudons. Destacan los grandes bloques utilizados en su construcción, la amplia cámara interna y la chimenea que comunica con el piso superior.
Fueron construidas a partir del 1130 a.C. y se utilizaron como lugar de enterramiento hasta el 820 a.C. Es un momento de transición en la organización de las comunidades prehistóricas menorquinas, que pasaron de vivir en pequeños núcleos de cabañas naviformes a hacerlo en poblados articulados en torno a uno o más talayots.
Estos grandes edificios de técnica ciclópea constituyen un testimonio de la gran preocupación religiosa anterior a la cultura talayótica por la idea de la muerte y el culto a los antepasados.
Se produce una evolución arquitectónica a partir de los sepulcros megalíticos (como el de Montple), pasando por las navetas de tipo intermedio (como las de Biniac-l´Argentina) hasta llegar a las de planta alargada, como las de Rafal Rubí o es Tudons.
Las navetas conservan algunos elementos del lenguaje simbólico de los sepulcros megalíticos, como una antesala o la losa perforada de acceso a la cámara, que representa el umbral que separa el mundo de los vivos del de los muertos.
La naveta norte
A esta naveta le falta el segundo piso, perdida a causa de los acebuches que durante siglos crecieron en su cima, por lo que no se puede apreciar pero sí intuir su forma de naveta invertida.
La fachada es recta, con un portal de acceso formado por grandes sillares. Su longitud exterior supera los 16 m y en su interior llega a los 8 m. La entrada esta orientada hacia el suroeste.
Accediendo al interior de la naveta se puede observar las reducidas dimensiones del corredor, del conducto vertical que conducía al piso de arriba, llamado chimenea, y del agujero que da acceso a la cámara inferior.
Tanto en la cámara inferior como en la superior, se encontraron huesos humanos. De los estudios realizados sobre los huesos localizados en la segunda planta, se concluyó que pertenecían al menos a diecinueve esqueletos de hombres, mujeres y niños aunque el número real de enterramientos debió de ser superior al centenar de miembros.
La naveta sur
En relación a la fachada de esta naveta debemos tener en cuenta que fue restaurada en 1968 y que las dos hiladas superiores no son originales. Sin embargo, la cámara inferior se conservaba completa y el segundo piso estaba lo suficientemente preservado como para servir de modelo en la restauración de la naveta de Es Tudons.
La estructura es muy similar a la de la naveta norte y que el agujero de acceso a la cámara fue ampliado en época histórica para facilitar la entrada del ganado que la utilizó como refugio. Su longitud llega a los 13,5 m y la cámara mide 6,45 m de largo. Se encuentra orientada en dirección sur.
En esta cámara fueron depositados un mínimo de cuarenta y cuatro cuerpos de hombres, mujeres y niños. De entre todos estos restos, destaca un cráneo que posiblemente perteneció a una mujer a la que se le había practicado una trepanación en vida a la que sobrevivió mucho tiempo.
Los cuerpos eran introducidos a través del estrecho corredor. Los que iban al piso superior los subían por chimenea y los que se inhumaban en la habitación inferior eran introducidos a través de la losa perforada que da acceso. El rebajo que hay alrededor del agujero indica que después se colocaba algún elemento de cierre de madera o piedra.
Una vez esqueletizados, los huesos se arrinconaban hacia el fondo y hacia los lados de la habitación. Gracias a datos de otras excavaciones se sabe que los cráneos eran tratados con más cuidado que el resto de huesos y se colocaban tocando con las paredes.