Nos encontramos ante un poblado situado en un bosque de encinas que le proporciona una cubierta natural y le confiere una atmósfera de media penumbra. Tiene todos los elementos más característicos de un poblado talayótico menorquín: círculos, un talayot, la taula, que está rota pero que conserva bien su recinto, habitaciones adosadas, cuevas artificiales subterráneas y restos de una muralla.
Círculos postalayóticos
Lo primero que encontraremos al iniciar nuestro recorrido por el poblado son unas grandes losas levantadas sobre bases de piedra que son todo lo que queda de dos grandes círculos o casas postalayóticas que se adosaban entre ellas. Las grandes dimensiones de las losas dan una idea de la monumentalidad que debieron de tener estas casas. Lo que se puede ver es su cara posterior, la fachada estaría situada al otro lado de un muro de construcción moderna y por lo tanto ha desaparecido.
Al otro lado del muro reseñado habría estado una parte importante del poblado pero del que solo se distinguen algunos tramos de muros inconexos cubiertos de vegetación al día de hoy.
Hipogeo funerario
Siguiendo el recorrido, nos encontraremos con un hipogeo funerario, muy alterado por los trabajos agrícolas y ganaderos realizados en tiempos modernos. Muchas losas procedentes de los círculos fueron utilizadas para reducir la entrada y así dar mejor cobijo al ganado.
El talayot
El talayot tiene forma troncónica y tiene su lado sur derruido. En la parte superior se instalo un vértice geodésico, que fue retirado aunque todavía queda la base del mismo afeándolo sobremanera, además también fue expolidado en su momento dejando un gran agujero. Asimismo, en el extremo noreste se puede observar un pequeño muro que formaba parte de la estructura original y que , quizás, sean los restos de la habitación que se construía en la cima de los talayots menorquines.
El Recinto de Taula
El recinto de taula es de de forma absidal y fachada recta. La columna central de la T esta caida y rota en dos trozos. El capitel tiene forma troncopiramidal. Una de las pilastras del muro del recinto conserva la losa capitel, hecho que ha dado a pensar que es una T o pilastra central de recinto de taula, puesto que morfológicamente es idéntica a éstas.
Al sur del recinto de taula se observa un espacio vacío que posiblemente estaba ocupado por casas que han desaparecido a causa de los trabajos agrícolas.
La muralla
En realidad se trata de un muro moderno construido sobre estructuras antiguas, ya que las piedras que lo forman son pequeñas y están colocadas en líneas transversales, propia de los muros de piedra actuales. En algunos tramos se observan losas colocadas de pie que forman paños de muro de tendencia circular que fácilmente podrían ser restos de círculos.
El poblado de Torrellafuda permaneció habitado en época romana e islámica. Más al sur, casi fuera del ámbito del poblado, hay una balsa artificial, varios hipogeos de planta alargada y una necrópolis de tumbas esculpidas en la roca, posiblemente romanas.