Pocos elementos talayóticos quedan en la actualidad del poblado talayótico de Torretrencada. Al empezar la caminata para llegar al poblado, nos encontramos con los restos de un muro y una cueva artificial destinada al sepulcro funerario.
Ya dentro del recinto se levanta la taula solitaria al lado de una pared de piedra, caracterizada por la pilastra que tiene adosada en su parte posterior. La piedra soporte llega a los 2,7 m de altura, y la losa capitel tiene una longitud de 2,5 m. Nos encontramos ante una construcción majestuosa y bien proporcionada. Del recinto, solo quedan indicios en el lado oriental y la fachada, muy escondida por la acumulación reciente de piedras. sobre ella veremos una gran piedra que parece tener un rebaje en todo su lado visible y que, sin duda, era una parte estructural del recinto, tal vez el dintel de la entrada.
Siguiendo el camino, nos encontraremos con los restos del talayot que se encuentra muy arruinado y revestido por un muro moderno, como la mayoría de las estructuras prehistóricas de la finca.
Nos encontraremos con un segundo hipogeo de enterramiento, reutilizado como refugio para el ganado en tiempos modernos por lo que no conserva materiales arqueológicos.
Continuamos por la lógica que nos impone el camino y nos encontraremos, rodeado por un muro y un corredor moderno, una sala hipóstila. La base de este recinto está excavada en la roca y la cubierta la forman una serie de losas sostenidas por una columna política. Las piedras de la clumna no tienen la disposición característica talayótica: las más pequeñas abajo y las más grandes encima. Se trata de una columna hecha con piedras lisas y de dimensiones más o menos parecidas.
A continuación nos toparemos con una terraza de captación de agua de un aljibe moderno. Podría ser que de este aljibe se aprovechase un hipogeo prehistórico como depósito. También nos encontraremos, con una serie de tumbas antropomorfas esculpidas en el suelo rocoso y provenientes ya de épocas históricas.
Finalmente, y antes de llegar al primer hipogeo, pasaremos por una zona de recreo moderna con una mesa y cuatro bancos construidos con las viejas piedras de los monumentos prehistóricos.
El poblado estuvo habitado hasta la Edad Media, como indican los restos cerámicos encontrados en superficie: talayótica, ibérica, púnica, romana, islámica y medieval.