Visitar la basílica paleocristiana de Son Bou nos permite tener una idea bastante completa acerca de este tipo de arquitectura religiosa. Conserva una interacción con el paisaje notable, sobre todo con el mar, que rompe a poca distancia de ella.
La basílica fue descubierta a mediados del siglo XX, a partir de la existencia y el conocimiento de la pila bautismal.
Colocándonos en la zona correspondiente a la entrada. La basílica tiene un ábside semicircular flanqueado por dos departamentos iguales. Sus dimensiones totales son de 25,20 m por 12,4 m y la orientación del ábside es sureste.
En primer término se encuentra el pórtico de entrada, seguido del narthex o vestíbulo con tres entradas. A partir de ahí comenzaban las tres naves, separadas por 12 pilastras cuyas bases se contemplan perfectamente, y que constituían la sala dedicada a los fieles, donde cabían unas trescientas personas.
Antes de llegar al abside se encontraba el sanctuarium, con el altar en un plano más elevado, y, ya en la cabecera, el presbieterio central, con la sede episcopal y los bancos para el el clero. A la derecha se abre la sacristía o diaconicum, donde se guardaban los libros, ornamentos sagrados y se revestían los clérigos. A la izquierda se encontraba la prothesis, lugar en que los fieles aportaban sus ofrendas.
El edificio estaría cubierto con vigas de madera y tégulas, con el tejado a tres niveles siguiendo el modelo africano, ya que el ábisde no sobresale de cabecera.
La basílica de Son Bou, debió ser erigida por una comunidad pobre, y aprisa, ya que no presenta ningún motivo ornamental, ni piedras esculturadas, no mosaicos, ni lápidas, ni inscripciones.
Como ya se ha comentado, fue la pila bautismal la que motivo la excavación. Se trata de un cilindro monolítico de casi un metro de altura por 1,37 m de diametro. Presenta una abertura en forma de cruz trebolada, de acuerdo a un modelo oriental. Probablemente se encontraba en otro lugar del recinto, ya que no estaba hundida en el suelo.
La basílica ha dido datada entre el siglo V y el VI. Su destrucción se produjo en el siglo VIII, coincidiendo con las primeras incursiones musulmanas. En las inmediaciones de la basílica existen varias sepultura, probablemente medievales.