Este Talayot, por su cercanía, puede visitarse conjuntamente con el poblado talayótico del Puig de Sa Morisca. Pero la puerta del talayot, orientada en otra dirección, nos indica que posiblemente éste pertenecía a otro poblado distinto.
No conserva gran altura pero esta relativamente bien conservado, pues está hueco y conserva su portal adintelado y su corredor de acceso de tres metros y medio de longitud orientado hacia el túmulo de Son Ferrer. Su columna ha desaparecido, posiblemente porque restaba espacio al interior. En el caso de este talayot, tiene una pared seca en su interior, posiblemente para «reparar» un derrumbe de la pared original, que reduce ligeramente su espacio interior. En el portal interior podemos ver las marcas donde se sujetó una puerta de madera. Tiene un diámetro exterior de 11 metros, una cámara de 6 metros di diámetro, y una altura máxima de poco más de 2 metros.
Vista en picado del interior del talayot |
En el momento de escribir estas lineas, el talayot se encuentra en un estado de abandono absoluto, cubierto de maleza y basura en su interior, sobre todo botellas de plástico. Se encuentra en la linde de unos terrenos pertenecientes al un campo de golf que limita con el parque arqueológico de Sa Morisca. Bueno sería que la propiedad privada y las autoridades públicas llegaran a un acuerdo para adecentar el yacimiento y ponerlo a disposición del público dentro de los límites del parque arqueológico de Sa Morisca.
Túmulo de Son Miralles, apenas perceptible |
A unos cien metros y también en propiedad privada esta el túmulo del mismo nombre. Un turriforme escalonado situado sobre una pequeña elevación del terreno conj un amplio dominio visual sobre el territorio circundante. Esta formado por tierra, piedras y grandes bloque que van delimitando el parámetro de una estructura circular de entre 15 y 17 metros de diámetro. Es difícil de percibir como un resto ya que esta muy integrado en el paisaje y porque hasta la fecha no se ha realizado ninguna intervención arqueológica.