Como ya vimos en «Son Oms I. El complejo», nos encontramos ante lo que era un yacimiento talayótico excepcional. Por su extensión y por sus construcciones de morfología no habituales para construcciones de esta época. Pues bien, esta maravilla arqueológica fue destruida por y bajo amparo estatal a finales de los sesenta y principio de los setenta del pasado siglo XX.
El motivo: la ampliación del Aeropuerto de Palma. La principal construcción era la construcción de una segunda pista que afectaba ampliamente al terreno donde se encontraba el yacimiento de Son Oms. Se intento que el proyecto de la segunda pista se modificase pero sin éxito, todo a pesar de tener el yacimiento la declaración de Monumento Histórico Artístico por Decreto del 25 de abril de 1963 pero con el nulo interés de autoridades locales y del ámbito artístico y cultural.
Se pudo proceder a la segunda etapa de la campaña de excavación aunque de forma totalmente acelerada e intentar el traslado a otro lugar, pero no fue posible, al mover piedras ciclópeas, incrustadas firmemente en el suelo se cuarteaban y se rompían. En especial los naviformes, cuyas piedras ya estaban muy debilitadas al haber soportado durante cientos de años el peso del túmulo escalonado. Aún así pienso que el traslado podría haber sido posible si no se hubiera obrado con prisas y contra reloj.
Sí, había prisa para quitarse en en medio el yacimiento, pero la segunda pista del aeropuerto no se inauguro hasta 1.987. Por en medio la crisis del petróleo y el descenso del turismo de masas que ya no hacía tan necesaria una aeropuerto ampliado. Tiempo de sobra para hacer las cosas bien con el patrimonio: repensar la ubicación de la segunda pista o realizar, con tiempo, un buen trabajo de traslado del yacimiento.
Sólo se pudo trasladar el santuario del centro ceremonial. El resto del complejo quedo destruido para siempre y yace bajo la segunda pista del aeropuerto de Palma.
La destrucción del yacimiento de Son Oms va más allá de un posible desinterés o ignorancia por lo que representa el patrimonio cultural de una región. Es rendir e incompatibilizar, sin necesidad de ello, un bien cultural frente a intereses económicos.
Cierto que estamos ante unas decisiones que se tomaron en una época preconstitucional y no democrática en España y cabe pensar que, en los tiempos actuales, la mentalidad de los que toman decisiones de este calado y de la sociedad en general serían más conservacionistas con el patrimonio. Con alternativas beneficiosas en todos los sentidos y para todas las partes.
Este artículo se ha creado gracias a la información suministrada por las siguientes fuentes:
“La Cultura talayótica en Mallorca” de Guillermo Rossello Bordoy. Ediciones Cort, 1973
“35 Excavaciones en el conjunto talayótico de Son Oms” de Guillermo Rossello Bordoy
“Guia Arqueológica de Mallorca” Javier Aramburu, Carlos Garrido y Vicenç Sastre, Editor José J. de Olañeta, 1994
“El yacimiento de Son Oms, un ejemplo de destrucción del patrimonio” por Domingo C. Hernández Jiménez, revista digital ArtyHum 57, 2019, pp. 55-73