Las sociedades prehistóricas y las civilizaciones antiguas y clásicas tuvieron diosas, que generalmente representaban valores ligados al género femenino, como la protección, la maternidad o la fecundidad.
Solían ser culturas de origen agrario, en el que el vínculo con la tierra, la base de la subsistencia o la supervivencia, era fundamental: la madre tierra, por lo tanto, la diosa madre. La religión, representada por las diosas, tenía un vínculo directo con la creación, con la tierra, con Gaia.
Tanit fue la diosa más importante de la mitología cartaginesa. La consorte de Baal y patrona de Cartago. Era equivalente a la diosa fenicia Astarté; también fue una deidad bereber. Fue la diosa de Ibiza.
Tanit era una diosa de carácter astral, asociada a la fertilidad de la tierra, de los animales y de las personas. Estaba también ligada al infierno, la salud y la muerte, ya que era protectora de los difuntos. Fue asociada con el león, influencia de la diosa egipcia Sehmet que le confería un carácter guerrero. También habría alcanzado un carácter de protección y valedora de la buena fortuna. Defendía la isla sagrada de Ibiza.
Su símbolo era una circunferencia sobre un trazo horizontal y un triángulo o «V» invertida. Inicialmente, el triángulo era un trapecio. Algunos estudiosos lo asocian con el símbolo Anj del Antiguo Egipto.
Pero, sin lugar a dudas, la representación más famosa y popular de la diosa Tanit se encuentra en el Museo del Puig des Molins en Ibiza. Imagen repetida y versionada en multitud de ocasiones para los más diversos usos. En este caso nos encontramos ante un busto femenino importado de Sicilia (finales s. IV- primera mitad del s. III a.C.). Hallada en 1913 en el yacimiento del Puig del Molins, presenta restos de policromía. Dada su iconografía y al tratarse de una pieza importada de talleres griegos, puede identificarse, al menos en su origen, como la diosa griega Demeter o de su hija Koré.
Lo curioso es que los que analizaron en profundidad y con detalle esta escultura, han descubierto que la figura tiene rastros de arena volcánica. Una arena que se ha identificado con las faldas del volcán Etna, por lo que para muchos la figura provendría de tierras sicilianas, que también era un dominio cartaginés.
No obstante, en Sicilia también se instalaron los griegos como queda claro por la presencia de fabulosos templos como el de Agrigento. Eso ha dado pie a que algunos investigadores se nieguen a identificarla como Tanit, y piensen que su autor si fue griego estaría pensando en la diosa de la agricultura, Deméter.
Lo que sí que es cierto es que la figura de esta diosa siempre se ha identificado como Tanit. Se ha convertido en imagen de lo más auténtico e ibicenco. El hecho es que popularmente es la diosa Tanit, una creencia que sería muy difícil de desmontar.
Los santuarios eran los lugares destinados al cultor, donde tenían lugar distintas ceremonias; entre ellas, el depósito de exvotos en forma de terracotas que representaban a la divinidad allí venerada, como podía ser Tanit, que recoge a los difuntos en la otra vida. También podía ser la representación de la propia difunta transformada en divinidad.
Actualizado: 15/03/2020