Illot des Frares

Sepultura localizada en 2.009, en segundo término podemos ver el muro A y al fondo el islote de Na Guardis, en la antigüedad, importante factoría púnica

Término municipal: Ses Salnes. Fincas o caminos cercanos: Colonia de Sant Jordi. Acceso: Al lado del puerto. Tipo de yacimiento: Posible conjunto monástico y necrópolis. Interés: Su posible relación con la comunidad monástica de la isla de Cabrera. Proyección: posiblemente sea uno de los yacimientos arqueológicos más maltratados de las Islas Baleares: en los años setenta fue derruido en parte por la cimentación de un hotel que finalmente no se construyo y durante bastantes años se tiraron escombros y basuras. Una limpieza reciente a dejado al descubierto las sepulturas y unos pocos muros bastante endebles

En este islote en 1972 se realizó una excavación arqueológica motivada por la intención del propietario de construir una instalación hotelera. Una vez realizada una amplia excavación en la zona se dio la autorización para construir el citado hotel. De este modo se empezaron las labores de cimentación del edificio que nunca se terminÓ de hacer debido a la modificación de la ley de costas.

(Autoria: ICAC i Mateu Riera)

No fue hasta el año 2003 cuando se realizó una revisión y estudio a fondo del monumento y, sobre todo, un estudio de los materiales recuperados durante las labores de la excavación de 1972. Cuando se realizó la cimentación del hotel desapareció buena parte del yacimiento para siempre. Tampoco se pudieron recuperar ni las fotografías, ni la documentación de la excavación. El material más preciado para poder conocer los restos estructurales que hubo en el islote fue el levantamiento planimétrico realizado después de la excavación arqueológico de 1.972

Muro A

Según dicho informe, en la necrópolis del Illot des Frares se localizaron un total de 10 posibles tumbas. Entre éstas, sólo se encontraron dos intactas, una de ellas tipo cista, y otra excavada en la roca. En cada una de ellas había un único cadáver colocado en posición decúbito supino, sin ningún tipo de ajuar. Las demás estaban muy o totalmente expoliadas, habiendo otras dos excavadas en la roca que era evidente que debían corresponder a inhumaciones. De las notas del dr. Rosellón llamaba mucho la atención la propuesta de dos sepulturas tipo cista con ritual de incineración. La cuestión era poder determinar con seguridad que aquellas cistas contenían efectivamente restos humanos incinerados.


Gracias al estudio de los materiales de esa excavación de 1.972 se pudieron exponer algunas observaciones. Primero de todo destacaba la larga ocupación humana, estable o esporádica, que había vivido el Illot de es Frares.Así, se pudieron documentar materiales que iban desde el segundo milenio a. C. hasta la época contemporánea. Sin embargo podía apreciarse que esta ocupación no había sido absolutamente continuada todos estos últimos 3.000 o 3.500 años, dado que había toda una serie de períodos en qué el material correspondiente era muy escaso, o completamente inexistente. Por otra parte, sí que había toda una serie de siglos en los que este uso humano del islote fue bastante destacable.

Sepultura 3

Concretamente el lapso de tiempo que iría desde el cambio de era hasta bien entrado el siglo VII d.C., pero sobre todo entre los siglos quinto y séptimo d.C. Esta preponderancia quedaba evidenciada gracias a la cerámica, las monedas y el vidrio. Vistas las dataciones de la mayoría de los materiales, las características de los entierros, y sus paralelos cabrarenses, parecía muy factible que la necrópolis del islote de los Frailes fuera efectivamente de la época Antigüedad Tardana o Alta Edad Media. Pero, y las estructuras, también ¿eran de aquella época?, ¿había anteriores?, se podían relacionar con la necrópolis como construcciones de cariz funerario? En este sentido, observando los diversos usos de las piezas cerámicas recuperadas pudieron apreciarse diversas actividades humanas en el islote, desde la época altoimperial hasta la época Islámica, que no precisamente debían relacionarse
con los entierros. De aquellas épocas se documentaron elementos para cocinar y de servicio de mesa, lo que nos indicaba una, al menos, cierta habitabilidad del lugar. Además, de durante toda la época antigua, había abundantes ejemplares cerámicos dedicados al transporte de mercancías, lo que hacía pensar en una zona habilitada para tratar los productos que llegaban o partían, ya sea una zona para cargar o descargar los barcos, unos almacenes o simplemente un vertedero de los envases estropeados o ya vaciados.

Sepultura 2


En definitiva, el yacimiento del islote de los Frailes presentaba una realidad demasiado compleja como para poder separar cuáles fueron sus funciones en cada uno de los momentos históricos. Zona portuaria, almacenes, viviendas, templo, estercolero y cementerio son varias de las posibilidades que corresponderían a cada uno de los períodos. Sin embargo, se destacó el hecho de que la gran mayoría del material del Illot des Frares correspondiera a los siglos V-VII d.C., y que esta particularidad podía ser debida a muchos factores, aunque se defendió su relación con los principales yacimientos de la comunidad monástica de las islas vecinas de Cabrera y Conillera, donde también se habían documentado sus momentos de máxima ocupación en aquellas tres centurias.

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