Una villa rural romana: Sa Mesquida

Vista general del conjunto. A la derecha de lo que fue el edificio principal podemos apreciar la existencia de una cisterna; A la izquierda estaría situado un horno cuyos restos están enterrados después de haber sido excavados e investigados

Término municipal: Calvia. Lugares cercanos: En el aparcamiento del hipermercado “Eroski” de Santa Ponça. Acceso: muy fácil. Tipo de yacimiento: Restos de un asentamiento rural romano. Interés: Uno de los pocos vestigios de época romana que se pueden encontrar fuera de la zona de Pollentia. Proyección: Probablemente esta excavado todo lo que se podría excavar. Quizás se podrían musealizar zonas que se enterraron después de su excavación

En la mayoría de los casos, la romanización de la isla, consistió en la ocupación de las estructuras indígenas preexistentes. Aparte de las urbes de Pollentia y Palma, pocas son los ocasiones de las que se pueda hablar de asentamientos romanos en su origen. Sa Mesquida es uno de esos casos. Una villa rural romana, la única descubierta y excavada hasta el día de hoy.

Esta villa romana se sitúa en la bahía de Santa Ponça, en el término de Calvia. Hoy en día, el asentamiento está ubicado a unos 450 m de la actual línea de costa y a unos 10 m de altura sobre el nivel del mar, en una llanura litoral de unos 5 km2 enmarcada por una serie de elevaciones rocosas.

Recreación 3D de la configuración original de la villa. Fuente: H. Inglada.

Aparte de la importancia de ser el único asentamiento de este tipo encontrado hasta ahora, hay que destacar también la presencia de una actividad alfarera en la isla en época romana. El hallazgo en Sa Mesquida de un horno dedicado a la producción cerámica constituye, por consiguiente, la única evidencia de la producción de este tipo de productos en esta época.

Basándose en todos los trabajos realizados realizados hasta el momento, puede decirse que este yacimiento romano está formado por dos espacios diferenciados, tanto en términos cronológicos como funcionales. Por un lado, las estructuras arquitectónicas asociadas a la villa, que se ubican en el solar contiguo a un supermercado, y por otro, una cisterna situada en las proximidades y reutilizada como basurero en época tardorromana.

Un depósito de planta rectangular revestido con mortero hidráulico (opus signinum) con un escalón interior para facilitar el acceso y una pequeña depresión circular para la recogida de residuos. El depósito fue empleado en algún momento de su historia para contener vino. Algunos indicios hacen pensar también en la presencia de una prensa de vino o aceite en el yacimiento.

En la zona del supermercado se han localizado una serie de habitaciones rectangulares y cuadradas asociadas a un patio descubierto, donde se sitúa el brocal de un pozo de 4 m de profundidad. Relacionada con una posible habitación no conservada, se ha documentado una cubeta destinada a la transformación de algún tipo de producto, tal vez sería un depósito empleado para el tratamiento de las arcillas.

Los restos arquitectónicos encontrados en Sa Mesquida se asimilan a un establecimiento rural del que se desconoce su alcance real, puesto que una buena parte del mismo se ha perdido. En todo caso, su adscripción a una villa permite apuntar que, presumiblemente, el yacimiento se habría estructurado a partir de una parte urbana o zona de residencia, no conservada, donde se concentrarían las construcciones de mayor riqueza decorativa. Por otro lado, existiría una parte rustica, constituida por las estancias de los esclavos y el personal vinculado a la gestión de la explotación.

Cisterna del conjunto que en los últimos tiempos del asentamiento fue utilizada como escombrera

Finalmente, la villa contaría con una parte fructuaria, donde estarían las instalaciones de almacenaje y procesamiento de la producción: prensas de aceite o de vino, almacenes varios, hornos, establos, etc. Los restos localizados corresponden, sin duda, a la parte rustica y/o fructuaria, donde se concentrarían las actividades de explotación de los recursos. Sin embargo, existe la posibilidad de que se tratara de un asentamiento rural menor, que no siguiera el esquema clásico de este tipo de explotaciones y cuyos espacios funcionales quedaran más concentrados.

Los restos del edificio evidencian su utilización como centro de transformación agrícola.

Los resultados de las excavaciones han permitido documentar una ocupación de este enclave desde su fundación en torno al año 40/30 a.C. o ya dentro del principado de Augusto hasta la Antigüedad Tardía (siglo VII d.C) aunque el edificio principal sería abandonado a finales del siglo II o ya dentro del siglo III, cuando se produce un incendio que causa la destrucción de parte de las estructuras.

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