Término municipal: Es Migjorn Gran. Fincas o caminos cercanos: Camino de Binigaus Nou Acceso: El acceso es fácil y esta muy bien indicado, partiendo desde el cementerio de Es Migjorn Gran. Tipo de yacimiento: Cueva utilizada con fines funerarios. Interés: Sus grandes dimensiones. Proyección: Difícil determinar su futuro potencial debido a las muchas expoliaciones que ha sufrido a lo largo de la historia.
La Cova de Es Coloms fue un lugar de enterramiento del periodo postalayótico con un probable significado religioso o ritual encontrándose los sedimentos arqueológicos, de forma mayoritaria, en la sala principal de la cueva.
Las medidas son impresionantes: veinticuatro metros de altura, ciento diez metros de largo y quince de ancho. No es de extrañar que también se le llame “la catedral”
Son pocas las investigaciones realizadas y no son de gran envergadura ya que la zona ha sufrido expoliaciones recurrentes, por lo que se tienen pocos datos sobre este yacimiento. Desgraciadamente, entonces, tenemos pocos datos sobre este yacimiento.
Entrando a la cueva, en el lado derecho e izquierdo, se observan grandes túmulos de tierra que posiblemente sean los restos de las “excavaciones” clandestinas. Este sedimento podría ser el resultado del vaciado del interior de la cueva, por lo que todos los enterramientos podrían haber sido destruidos. Tampoco se puede descartar que todo este sedimento correspondiera a la entrada de la cueva. También se intuyen algunos muros de probablemente origen prehistórico y que debían cerrar la cueva desde el exterior.
El Archiduque Luis Salvador de Austria ya nos habla de la Cova de es Coloms y apunta su posible uso durante la prehistoria menorquina. Por otra parte, el prehistoriador francés Émile Cartailhac publicó en 1892 el hallazgo de cerámica y huesos humanos tras realizar unas pequeñas prospecciones. Una de las únicas excavaciones que se han realizado fue hecha por Antoni Vives i Escudero y el propietario de los terrenos Bartomeu Sturla entre los años 1914 y 1915 momento en que encontraron vasijas de cerámica prehistórica y dos cuernos de bronce, ambas depositadas en el Museo de Menorca. Respecto del cuerno citado se extrajeron muestras de madera carbonizada que fue analizada por el método de Carbono 14, resultando una datación en torno al año 406 a.C.
