Ses Feixes. Los humedales olvidados de Ibiza

Término municipal: Ibiza. Fincas o caminos cercanos: Playa de Talamanca. Acceso: Muy fácil, se encuentra en el extrarradio de Ibiza. Tipo de yacimiento: Humedal. Interés: Un sistema de regadío único para la época. Proyección: Con el abandono de la agricultura, la zona se ha ido degradando y ocupando ilegalmente poco a poco llegando a una situación de degradación preocupante. Urge una intervención decidida por parte de las instituciones

Ses Feixes es una planicie aluvial arcillosa situada en la parte norte del municipio de la ciudad de Ibiza, en Talamanca. Esta zona húmeda representa una importante área de invernada y lugar de descanso para muchas aves migratorias y constituye, a su vez, un refugio clave para la vida silvestre: los humedales sustentan una gran variedad de fauna y flora e incluyen variedades poco comunes de murciélagos, reptiles, y más de 140 especies de aves. Su principal importancia radica en que humedales como estos están desapareciendo rápidamente en la región mediterránea.

Reconstrucción a escala de una feixa -fotografía: Ferran Nogués-

La mayor parte de la zona húmeda fue canalizada por los árabes, que establecieron un sistema de regadío único en el mundo de la época, basado en el sistema de riego por capilaridad. Así, los canales, de entre un metro y medio y tres metros de anchura aproximadamente, delimitan pequeñas parcelas de tierra, llamadas bancales, de forma rectangular y tamaño variable. Ses Feixes significa “las tiras”, porque el espacio se dividía en largas parcelas, cada una en manos de un agricultor. Los canales situados a los lados más largos de la bancal estaban comunicados, cada pocos metros, por unos canales subterráneos llamados fibles, a unos 40-50 metros de profundidad, por las que circulaba el agua. La parte superior de las fibles era de un material poroso que dejaba pasar el agua (normalmente ramas de pino). De este modo, con el uso de compuertas se podía regular el nivel de agua en los canales y, por tanto, también por capilaridad, en el bancal. Este sistema de riego de abajo hacia arriba permitía hasta hace unas décadas la producción de verduras y otros productos de regadío, como remolacha y boniato. Suponía el suministro principal de alimento para una floreciente ciudad de Ibiza.

Esquema del funcionamiento del sistema de canales y fibles para favorecer el máximo aprovechamiento de los bancales durante todo el año. Dibujo: Roig-Francolí

Con la ayuda de esta tecnología avanzada, la productividad de las granjas locales se disparó. Más allá de los canales se encontraban fértiles huertos, salpicados de variedad de árboles frutales. A cortos intervalos se encontraban pequeños puentes que cruzan el canal, casi todos los cuales terminan en un Portal de Feixa: una estructura de adobe encalada con una rústica puerta de madera. Algunos de estos particulares portales aún pueden encontrarse indicando dónde empezaba cada huerto individual.

El momento de máxima expansión del sistema fue a mediados del XX, cuando existían más de 140 parcelas agrícolas con una extensión de más de 600.000 metros cuadrados. Pero, a partir de entonces, el abandono de la actividad agrícola y el urbanismo sin control en aras del turismo sin cálculos, supusieron la degradación sistemática del lugar. Incluso a pesar de la importancia que, en las últimas décadas y en el mundo entero, han cobrado los humedales como reservas de diversidad biológica y áreas de invernada de avifauna migradora. A lo que en Ses Feixes se suma la relevancia etnográfica y cultural de lo que ha llegado a denominarse el pulmón verde de Vila.

El portal de feixa

En cuanto a la procedencia y encuadre del portal de feixa, parece evidente que mantiene una similitud con todas las otras construcciones tradicionales de la isla que mantienen un perfil netamente oriental, sean casas, hornos, norias o pozos. Y aunque aquí ya entramos en el terreno de las conjeturas, se tienen indicios suficientes para afirmar que los primeros portales pudieron ser púnicos, generalizarse con los árabes y mantenerse en los tiempos que siguieron. Algunos de ellos parecen remitirnos a estructuras egipcias o mesopotámicas, una circunstancia que, por cierto, también se da en las casas más antiguas. En el portal de feixa llama poderosamente la atención su elemental plasticidad, su desnudez, la pureza de su forma y un cierto estilo clásico.

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